No hay que alarmarse ni sacar las cosas de lugar. Bartolomé Márquez comenzará la pretemporada como técnico del Espanyol el próximo día 12 y si todo sigue como está previsto no tendrá problemas para dirigir al equipo, aunque para ello deberá solventar un trámite. Según ha podido saber AS, de fuentes muy bien informadas, entre los meses de septiembre y octubre, el TSJC (Tribunal Superior de Justícia de Catalunya) tiene previsto dictar sentencia en el caso Márquez, al que se acusa de un quebrentamiento de condena que cometió a principios de la temporada 2002-03.
La historia arrancó en octubre de ese año, cuando el Consejo decidió prescindir de Juande Ramos como técnico antes de la quinta jornada de Liga. Los malos resultados eran evidentes, pero nadie tuvo paciencia con el ahora mediático entrenador. Con este movimiento de fichas, Ramon Moya pasó de dirigir al segundo equipo al profesional, mientras que Márquez, hasta entonces entrenador del Juvenil A, ocupó la plaza de Moya en el filial. Ambos técnicos interinos fueron sancionados por la Federación Española de Fútbol (RFEF) porque ejercieron sus nuevas funciones sin que Juande hubiera cobrado la pertinente indemnización (la historia acabó en los tribunales). Moyá acabo cumpliendo el castigo de un mes después de que el club fichara a Javier Clemente como sustituto. En cambio, Márquez siguió al frente del filial en Segunda B y con la llegada de Miguel Ángel Lotina se convirtió en su fiel y competente ayudante.
Márquez se sintió "sorprendido" por la sanción impuesta y tras hablar con el entonces director general del club, Josep Lluis Marcó, siguió ejecutando sus funciones, puesto que el ejecutivo aseguró que no pasaría nada. Como decíamos antes, Tintín fue acusado de quebrantar la sanción y el caso llegó a los despachos del TSJC. Por ese mismo motivo, al preparador se le concedió una cautelar, con la que ha podido trabajar hasta el momento.
Opciones.
Y a partir de ahora, ¿qué? Hay dos opciones: la primera, esperada y más lógica, es que el TSJC quite hierro al asunto y no complique la vida a nadie, dejando las cosas como están. Los servicios jurídicos del club han estudiado el caso y desde la dirección general confían en que todo quede como está ahora mismo.
La segunda variante sería que el Tribunal dictara sentencia en contra del entrenador, que lo condenara a cumplir la sanción y que el club se quedara sin entrenador, causa sin precedentes en nuestro fútbol. Así, Márquez debe tener paciencia y el club, seguir dándole la tranquilidad necesaria para afrontar el reto más importante de su vida.
El TSJC resolverá en pocas semanas y dictará sentencia. Muchos podrían asustarse, pero en el club hace tiempo que se hacen bien las cosas y todo indica que la apuesta por Tintín es segura en todos los sentidos.
La historia arrancó en octubre de ese año, cuando el Consejo decidió prescindir de Juande Ramos como técnico antes de la quinta jornada de Liga. Los malos resultados eran evidentes, pero nadie tuvo paciencia con el ahora mediático entrenador. Con este movimiento de fichas, Ramon Moya pasó de dirigir al segundo equipo al profesional, mientras que Márquez, hasta entonces entrenador del Juvenil A, ocupó la plaza de Moya en el filial. Ambos técnicos interinos fueron sancionados por la Federación Española de Fútbol (RFEF) porque ejercieron sus nuevas funciones sin que Juande hubiera cobrado la pertinente indemnización (la historia acabó en los tribunales). Moyá acabo cumpliendo el castigo de un mes después de que el club fichara a Javier Clemente como sustituto. En cambio, Márquez siguió al frente del filial en Segunda B y con la llegada de Miguel Ángel Lotina se convirtió en su fiel y competente ayudante.
Márquez se sintió "sorprendido" por la sanción impuesta y tras hablar con el entonces director general del club, Josep Lluis Marcó, siguió ejecutando sus funciones, puesto que el ejecutivo aseguró que no pasaría nada. Como decíamos antes, Tintín fue acusado de quebrantar la sanción y el caso llegó a los despachos del TSJC. Por ese mismo motivo, al preparador se le concedió una cautelar, con la que ha podido trabajar hasta el momento.
Opciones.
Y a partir de ahora, ¿qué? Hay dos opciones: la primera, esperada y más lógica, es que el TSJC quite hierro al asunto y no complique la vida a nadie, dejando las cosas como están. Los servicios jurídicos del club han estudiado el caso y desde la dirección general confían en que todo quede como está ahora mismo.
La segunda variante sería que el Tribunal dictara sentencia en contra del entrenador, que lo condenara a cumplir la sanción y que el club se quedara sin entrenador, causa sin precedentes en nuestro fútbol. Así, Márquez debe tener paciencia y el club, seguir dándole la tranquilidad necesaria para afrontar el reto más importante de su vida.
El TSJC resolverá en pocas semanas y dictará sentencia. Muchos podrían asustarse, pero en el club hace tiempo que se hacen bien las cosas y todo indica que la apuesta por Tintín es segura en todos los sentidos.
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