ELMUNDO.ES EUROPA PRESS - El Grupo Drac ha llegado a un principio de acuerdo con el grupo empresarial e inversor británico que preside D. Paul Davidson en virtud del cual éste se convertirá en el accionista mayoritario del Real Club Deportivo Mallorca, con la "firme voluntad de mantener y mejorar el posicionamiento de la entidad en la elite del fútbol español y europeo".
Grande ha vendido su paquete de acciones por 42 millones de euros.
En un comunicado, el grupo empresarial, presidido por Vicente Grande, informó de que el preacuerdo, que quedará formalizado en las próximas semanas y está sujeto a una 'due diligence' y a los órganos del Concurso del Grupo, contempla, entre otras cláusulas, que Grande siga en el accionariado del club y lo presida, como mínimo, durante los próximos cinco años.
Dicho acuerdo incluye asimismo la posibilidad de alcanzar en un futuro próximo sinergias entre las empresas de Davidson y Drac.
Drac valora muy positivamente el preacuerdo alcanzado, estimando que, caso de concluirse definitivamente, redundará en beneficio del RCD Mallorca y del propio grupo Drac.
Cuatro propietarios en 15 años
Si prospera el principio de preacuerdo alcanzado entre el grupo inversor británico que lidera Paul Davidson y el actual presidente del Mallorca, Vicente Grande, la entidad balear afrontaría un cambio de propietario por cuarta vez en los últimos quince años.
En 1995, el Grupo Zeta, presidido por el fallecido empresario Antonio Asensio, se hizo con el control de la mayoría de acciones del Mallorca, en poder del médico mallorquín Miguel Dalmau, que culminó dos años más tarde, y con el doctor Bartolomé Beltrán en la presidencia, con el ascenso a Primera división.
La época del Grupo Zeta como accionista principal coincidió con los mejores años del club balear, que con el argentino Héctor Cúper en el banquillo conquistó una Supercopa, disputó la Liga de Campeones y fue finalista de la Copa del Rey.
En 2003, el empresario mallorquín Bartolomé Cursachs se convirtió en el nuevo accionista principal del Mallorca, aunque pocos meses después, vendió parte de sus acciones a Vicente Grande y Miquel Vaquer, aunque la familia Asensio seguía detentando el 20 por ciento del capital social.
A partir de ese momento, con Mateo Alemany en la presidencia, Grande fue ganando protagonismo hasta llegar a controlar el 93,6% del capital social a través de una sociedad -Binipuntiró- inmersa en un proceso de concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos).
Precisamente, los problemas económicos de Grande, que presentó un concurso voluntario sobre catorce de sus empresas (Grupo Drac) y de su patrimonio personal con un pasivo de 600 millones de euros, han influido de forma poderosa en su decisión de vender sus acciones.
Si prospera el preacuerdo, ésta sería la primera ocasión en que el Mallorca, fundado en 1916, pasa a ser controlado por capital extranjero.
Grande ha vendido su paquete de acciones por 42 millones de euros.
En un comunicado, el grupo empresarial, presidido por Vicente Grande, informó de que el preacuerdo, que quedará formalizado en las próximas semanas y está sujeto a una 'due diligence' y a los órganos del Concurso del Grupo, contempla, entre otras cláusulas, que Grande siga en el accionariado del club y lo presida, como mínimo, durante los próximos cinco años.
Dicho acuerdo incluye asimismo la posibilidad de alcanzar en un futuro próximo sinergias entre las empresas de Davidson y Drac.
Drac valora muy positivamente el preacuerdo alcanzado, estimando que, caso de concluirse definitivamente, redundará en beneficio del RCD Mallorca y del propio grupo Drac.
Cuatro propietarios en 15 años
Si prospera el principio de preacuerdo alcanzado entre el grupo inversor británico que lidera Paul Davidson y el actual presidente del Mallorca, Vicente Grande, la entidad balear afrontaría un cambio de propietario por cuarta vez en los últimos quince años.
En 1995, el Grupo Zeta, presidido por el fallecido empresario Antonio Asensio, se hizo con el control de la mayoría de acciones del Mallorca, en poder del médico mallorquín Miguel Dalmau, que culminó dos años más tarde, y con el doctor Bartolomé Beltrán en la presidencia, con el ascenso a Primera división.
La época del Grupo Zeta como accionista principal coincidió con los mejores años del club balear, que con el argentino Héctor Cúper en el banquillo conquistó una Supercopa, disputó la Liga de Campeones y fue finalista de la Copa del Rey.
En 2003, el empresario mallorquín Bartolomé Cursachs se convirtió en el nuevo accionista principal del Mallorca, aunque pocos meses después, vendió parte de sus acciones a Vicente Grande y Miquel Vaquer, aunque la familia Asensio seguía detentando el 20 por ciento del capital social.
A partir de ese momento, con Mateo Alemany en la presidencia, Grande fue ganando protagonismo hasta llegar a controlar el 93,6% del capital social a través de una sociedad -Binipuntiró- inmersa en un proceso de concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos).
Precisamente, los problemas económicos de Grande, que presentó un concurso voluntario sobre catorce de sus empresas (Grupo Drac) y de su patrimonio personal con un pasivo de 600 millones de euros, han influido de forma poderosa en su decisión de vender sus acciones.
Si prospera el preacuerdo, ésta sería la primera ocasión en que el Mallorca, fundado en 1916, pasa a ser controlado por capital extranjero.
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