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Dice la tradición que la llama olímpica tiene que permanecer encendida, siguiendo los antiguos rituales de los Juegos Olímpicos de la antigüedad, desde el momento en que es encendida con el fuego del sol en Olimpia hasta la ceremonia de clausura. Para ello hay un equipo de diez personas que la acompañan allá donde va, visitando 135 ciudades de 20 países y recorriendo 137.000 kilómetros antes de entrar en el estadio olímpico de Pekín el 8 de agosto próximo.
Esas 10 personas velan por el mantenimiento de la llama olímpica, tanto de día como de noche, para lo que en la actualidad cuentan con sistemas de encendido y materiales que hacen casi imposible que el fuego se apague. La antorcha que se emplea este año ha sido diseñada por la Corporación China Aeroespacial con un depósito de propano que le permite permanecer encendida incluso en condiciones adversas de viento (está diseñada para aguantar vientos de hasta 65 kilómetros por hora) y lluvia (hasta 50 mm por hora).
En Londres demostró que funciona incluso bajo la nieve que caía en la capital inglesa y por fortuna no tuvo que ponerse a prueba con el extintor, algo para lo que no está diseñada pero que no habría supuesto un desastre total, por cuanto el fuego encendido en Olimpia se guarda también en varias linternas cerradas que se emplean para volver a encender la antorcha después de apagarla por la noche (duerme en una habitación de hotel con tres de sus escoltas) o cuando viaja en avión, donde por cuestiones de seguridad no se permite fuego abierto.
En los Juegos de Montreal se produjo un caso insólito, por cuanto la antorcha se apagó accidentalmente y un miembro del personal la volvió a encender con un mechero. Por supuesto, ese fuego no valía y tuvo que volver a ser encendida empleando el fuego sagrado de una de las linternas. En Atenas, hace cuatro años, se apagó a la salida del estadio Panathinaikos al comenzar los relevos.
La antorcha olímpica de los Juegos de Pekín fue apagada durante su recorrido por París "por motivos técnicos", por los cuales también se está viendo obligada a hacer varios tramos subida a un autobús, informó la Prefectura de Policía. Poco después, el fuegoolímpicó volvió a ser encendida.
Desde su salida de la Torre Eiffel portada por el ex atleta Stéphane Diaganá, la antorcha se vio rodeada de manifestantes en favor de los derechos humanos y por miles de banderas de Tíbet, por lo que su recorrido fue caótico.
Ante el retraso que acumulaba, los organizadores decidieron subir la antorcha en un autobús en varios tramos, aquellos en los que el número de los manifestantes era mayor. Muchos de ellos se tiraban por tierra para tratar de frenar el avance del cortejo, rodeado de impresionantes medidas de seguridad.
Durante un momento, cuando la antorcha se encontraba en el suroeste de la ciudad, fue apagada por motivos técnicos. La Prefectura indicó que cuatro personas fueron detenidas a lo largo del recorrido, uno de ellos con un extintor. Decenas de agentes de policía y guardaespaldas rodearon al ex atleta francés Stéphane Diagana, el primero de los 80 relevistas que portará la llama a lo largo de 28 kilómetros.
Fuerte dispositivo de seguridad
Las autoridades francesas habían diseñado un fuerte dispositivo de seguridad para evitar incidentes al paso del fuego olímpico, algo que no han conseguido. Las medidas incluyen a 3.000 agentes que han creado una burbuja de un perímetro de 200 metros entorno a la llama, con el fin de evitar incidentes como los que tuvieron lugar la víspera en Londres. Además, unos 65 motoristas rodean a la antorcha, cuyo portador está acompañado de dos columnas de vehículos de seguridad. Un helicóptero y varias lanchas motoras por el río Sena, así como un amplio dispositivo de policías antidisturbios, bomberos y otros agentes completan el dispositivo.
Pekín no cambiará el itinerario
A pesar de este nuevo contratiempo, el Comité Organizador de Pekín 2008 subrayó que "nada podrá detener" la marcha de la antorcha olímpica y añadió que su periplo por todo el mundo "se mantendrá" según lo previsto y "será un éxito". "No cambiaremos el itinerario debido a los incidentes", remarcó Wang Hui, la directora del departamento de Relaciones Públicas del Bocog, quien descartó la posibilidad de enviar "avanzadillas de seguridad" a las ciudades en las que vaya a recalar la antorcha para prevenir posibles incidentes cuando llegue el fuego olímpico. La antorcha, que ahora está en París, viajará por 21 ciudades de cinco continentes así como por cada provincia china antes de regresar a Pekín para la ceremonia inaugural de los JJOO, que se celebrará el próximo 8 de agosto.
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