La directiva pedirá a Xavier Sala i Martín, en su próxima junta de la comisión delegada, que presente la dimisión como presidente de la Comisión Económica y Estatutaria del club después de la tormenta que provocó con sus afirmaciones durante una tertulia radiofónica.
Para negar la inacción de Joan Laporta en la crisis deportiva del primer equipo, Sala i Martín aseguró que el club había apartado a varios jugadores para castigar su vida disipada pero que había disimulado a la opinión pública estas medidas disciplinarias con unas lesiones inexistentes. Las miradas de todos se dirigieron casi de manera inmediata hacia Ronaldinho y Deco.
Estas afirmaciones, realizadas unas horas antes de la disputa del partido de vuelta de los cuartos de final contra el Schalke 04, cayeron en el club como una bomba cuando todavía estaban calientes los rescoldos de la hoguera producida por la intervención del propio presidente en el congreso mundial de peñas.
Lejos de echarle una mano, Sala i Martín le puso un pie encima y la reacción desde todos los ámbitos del club fue fulminante. El secretario técnico, Txiki Begiristain, Samuel Eto’o y el capitán Carles Puyol le respondieron de manera inmediata y contundente. “Estas declaraciones son totalmente falsas y no sé a qué vienen. Son una falta de respeto a los jugadores, a los doctores y al equipo. Es más importante el pase a semifinales, pero ya digo que no sé a qué vienen estas declaraciones”, bramó Puyol.
En el seno de la directiva también se ha generado un profundo disgusto. En primer lugar, porque se trata de un cargo de confianza que no pertenece a la junta pero que está muy vinculado a ella. Es la junta quien propone los cinco integrantes de la Comisión Económica en la asamblea general para que los ratifiquen los socios compromisarios. Y Sala i Martín actuó con una inconsciencia impropia de su cargo; el que se encuentre actualmente en Estados Unidos no es un atenuante para su desinformación; en todo caso debería de haber sido más prudente, si cabe. En segundo lugar, argumentó cosas que no son ciertas y que, para colmo, dan argumentos a la oposición.
Joan Laporta y su junta no tienen potestad para cesar a Sala i Martín, como queda especificado en los estatutos del club, pero el tremendo malestar que ha provocado todo el asunto desembocará en una petición para que sea él mismo quien presente de manera voluntaria su dimisión al cargo para mitigar el disgusto del vestuario blaugrana.
Para negar la inacción de Joan Laporta en la crisis deportiva del primer equipo, Sala i Martín aseguró que el club había apartado a varios jugadores para castigar su vida disipada pero que había disimulado a la opinión pública estas medidas disciplinarias con unas lesiones inexistentes. Las miradas de todos se dirigieron casi de manera inmediata hacia Ronaldinho y Deco.
Estas afirmaciones, realizadas unas horas antes de la disputa del partido de vuelta de los cuartos de final contra el Schalke 04, cayeron en el club como una bomba cuando todavía estaban calientes los rescoldos de la hoguera producida por la intervención del propio presidente en el congreso mundial de peñas.
Lejos de echarle una mano, Sala i Martín le puso un pie encima y la reacción desde todos los ámbitos del club fue fulminante. El secretario técnico, Txiki Begiristain, Samuel Eto’o y el capitán Carles Puyol le respondieron de manera inmediata y contundente. “Estas declaraciones son totalmente falsas y no sé a qué vienen. Son una falta de respeto a los jugadores, a los doctores y al equipo. Es más importante el pase a semifinales, pero ya digo que no sé a qué vienen estas declaraciones”, bramó Puyol.
En el seno de la directiva también se ha generado un profundo disgusto. En primer lugar, porque se trata de un cargo de confianza que no pertenece a la junta pero que está muy vinculado a ella. Es la junta quien propone los cinco integrantes de la Comisión Económica en la asamblea general para que los ratifiquen los socios compromisarios. Y Sala i Martín actuó con una inconsciencia impropia de su cargo; el que se encuentre actualmente en Estados Unidos no es un atenuante para su desinformación; en todo caso debería de haber sido más prudente, si cabe. En segundo lugar, argumentó cosas que no son ciertas y que, para colmo, dan argumentos a la oposición.
Joan Laporta y su junta no tienen potestad para cesar a Sala i Martín, como queda especificado en los estatutos del club, pero el tremendo malestar que ha provocado todo el asunto desembocará en una petición para que sea él mismo quien presente de manera voluntaria su dimisión al cargo para mitigar el disgusto del vestuario blaugrana.
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