El equipo español femenino de hockey está viviendo uno de sus peores momentos... pese a la inmensa alegría de su clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín el pasado 20 de abril, tras ganar la final del Preolímpico de Baku, en Azerbayán.
Dos de sus jugadoras han dado positivo en un control antidoping realizado durante la competición asiática y ello ha encendido todas las alarmas. Las jugadoras se declaran inocentes y aseguran que no han tomado ninguna sustancia prohibida, por ello se ha abierto una investigación que aclare el caso.
Desde la Federación Española de Hockey, donde aseguran que las jugadoras “están muy afectadas”, se muestran convencidos de que se trata de una treta más de los azerbayanos: “El positivo existe, pero estamos seguros de que no han sido ellas. Yo pondría la mano en el fuego por ellas”, asegura su presidente, Martí Colomer, quien añade que “estamos llevando todo esto con una gran discreción y honorabilidad porque estamos convencidos de que ellas no tienen nada que ver con esta historia”.
Durante su estancia en Baku, donde el equipo de Pablo Usoz disputó el Preolímpico y logró la plaza para Pekín tras derrotar al equipo local por 3-2 en la final, vivieron una “encerrona”, tal y como explica Colomer, quien también se encontraba allí: “Durante nuestra estancia en Azerbayán nos hicieron mil y una trapacerías y seguro que esto es una aventura más del país que nos preparó una auténtica encerrona”.
Uno de los problemas con los que se encontró el equipo en el país asiático fue una misteriosa intoxicación por un escape de gas en el aire acondicionado de las habitaciones del hotel donde se encontraban hospedadas, aspecto hacia el que se han dirigido las investigaciones sobre el positivo de las dos jugadoras españolas: “El doping podría ser una consecuencia del problema con el aire acondicionado que vivimos en Baku. A mí y a mi esposa también nos perjudicó. Pero hasta que no se sepa la verdad de todo esto no podemos decir nada”.
Otra de las tretas que confesaron las componentes del equipo fue que durante toda la noche anterior a la disputa de la final estuvieron recibiendo llamadas telefónicas cada dos o tres horas que les impidió descansar como es debido la noche antes de una final.
Posteriormente, durante el encuentro ante Azerbayán, la presión la dirigieron hacia el entrenador, Pablo Uroz, que tuvo que lidiar con un grupo de seguidores que llevaban 11 tambores que le impedían poder dar instrucciones a sus jugadoras.
Sin embargo, pese a los intentos de desestabilización de los azerbayanos, la selección acabó por ganar al conjunto local y conseguir la importante plaza para los Juegos Olímpicos de Pekín, los que serán los quintos consecutivos que disputarán las chicas del hockey español.
Dos de sus jugadoras han dado positivo en un control antidoping realizado durante la competición asiática y ello ha encendido todas las alarmas. Las jugadoras se declaran inocentes y aseguran que no han tomado ninguna sustancia prohibida, por ello se ha abierto una investigación que aclare el caso.
Desde la Federación Española de Hockey, donde aseguran que las jugadoras “están muy afectadas”, se muestran convencidos de que se trata de una treta más de los azerbayanos: “El positivo existe, pero estamos seguros de que no han sido ellas. Yo pondría la mano en el fuego por ellas”, asegura su presidente, Martí Colomer, quien añade que “estamos llevando todo esto con una gran discreción y honorabilidad porque estamos convencidos de que ellas no tienen nada que ver con esta historia”.
Durante su estancia en Baku, donde el equipo de Pablo Usoz disputó el Preolímpico y logró la plaza para Pekín tras derrotar al equipo local por 3-2 en la final, vivieron una “encerrona”, tal y como explica Colomer, quien también se encontraba allí: “Durante nuestra estancia en Azerbayán nos hicieron mil y una trapacerías y seguro que esto es una aventura más del país que nos preparó una auténtica encerrona”.
Uno de los problemas con los que se encontró el equipo en el país asiático fue una misteriosa intoxicación por un escape de gas en el aire acondicionado de las habitaciones del hotel donde se encontraban hospedadas, aspecto hacia el que se han dirigido las investigaciones sobre el positivo de las dos jugadoras españolas: “El doping podría ser una consecuencia del problema con el aire acondicionado que vivimos en Baku. A mí y a mi esposa también nos perjudicó. Pero hasta que no se sepa la verdad de todo esto no podemos decir nada”.
Otra de las tretas que confesaron las componentes del equipo fue que durante toda la noche anterior a la disputa de la final estuvieron recibiendo llamadas telefónicas cada dos o tres horas que les impidió descansar como es debido la noche antes de una final.
Posteriormente, durante el encuentro ante Azerbayán, la presión la dirigieron hacia el entrenador, Pablo Uroz, que tuvo que lidiar con un grupo de seguidores que llevaban 11 tambores que le impedían poder dar instrucciones a sus jugadoras.
Sin embargo, pese a los intentos de desestabilización de los azerbayanos, la selección acabó por ganar al conjunto local y conseguir la importante plaza para los Juegos Olímpicos de Pekín, los que serán los quintos consecutivos que disputarán las chicas del hockey español.
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