jueves, 27 de marzo de 2008

Sigue el pulso entre el Gobierno Español y la Federación Española de Fútbol

http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2008/03/26/futbol/1206521212.html?a=c994037ee19af2146dbfee2eab442416&t=1206544816


El enfrentamiento personal entre Angel María Villar y Jaime Lissavetzky ha llevado a sus aliados a posiciones extremas, que no querían adoptar, por la gravedad de sus consecuencias. No han tenido, sin embargo, otro remedio porque la lucha de los dirigentes españoles ha reactivado un pulso larvado, que avanza a base de duras negociaciones, como es la relación de los estados soberanos, en especial de la UE, con ese Vaticano del deporte que componen FIFA, UEFA y Comité Internacional Olímpico (CIO).

Después del revés que para la UEFA supuso la sentencia Bosman, tanto ésta como la FIFA han topado con la UE en sus tentativas de imponer un cupo de jugadores seleccionables en los clubes. En matería de dopaje se han producido confrontaciones continuas después del desarrollo de leyes específicas en determinados países.

Para que los Juegos de invierno de Turín pudieran celebrarse, Italia tuvo que pactar con el CIO la suspensión de su ley, que contempla cárcel para los infractores, durante la celebración de las competiciones. En tal contexto, pues, nadie puede ceder.

Si lo hiciera Villar, al pedir la prórroga en las elecciones, significaría que acata el resto de la Orden Ministerial que regula el proceso, cuando la FIFA ordena no someter "las normas electorales de una asociación a la aprobación de ningún órgano gubernamental". No puede. Si lo hiciera Lissavetzky, supondría ceder ante el desafío que el fútbol plantea al Gobierno. No puede.

Joseph Blatter sostiene su apoyo a Villar, uno de sus vicepresidentes más fieles, pero suspira por una tercera vía que encuentre un acuerdo y evite la expulsión de España de las competiciones.

Lissavetzky será refrendado con toda probabilidad en el cargo, en un claro mensaje de fuerza por parte del Gobierno español, respaldado por la UE en este caso. Las reuniones auspiciadas por Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, no han conseguido acercar posturas, a cinco días de que Villar convoque elecciones o se exponga a la inhabilitación y el deporte español a sus apocalípticas consecuencias.

Hasta Juan Antonio Samaranch ha alertado de que está en juego el buen posicionamiento de España, incluso las aspiraciones olímpicas de la candidatura de Madrid 2016. Una decena de miembros de la Asamblea del CIO, del que Blatter es vicepresidente, provienen del fútbol. Urge el pacto.

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