miércoles, 5 de marzo de 2008

Las injerencias del Gobierno en el fútbol podrían dejar a Madrid sin Olimpiadas


La orden ministerial vulnera tres principios de la carta olímpica y una sola denuncia de la Fifa ante el COI sería definitiva.

Lo peor de una guerra de egos no son las palabras, sino los gestos. Y más cuando el encargado de dictar justicia tiene tanto de Maquiavelo como de científico. El tira y afloja que mantienen Gobierno y Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para convocar a las urnas podría dejar a Madrid sin Juegos Olímpicos por una mera cuestión estética: la imagen de que en España el poder político interfiere en el deporte. El Comité Olímpico Internacional, que suele valorar la forma tanto como el fondo, no sólo asiste preocupado al sainete ibérico, sino que, si se viste de ejecutor, tiene la ley de su lado. "En la candidatura de Madrid 2016 están nerviosos, tienen inquietud por la polémica entre el fútbol y el Consejo Superior de Deportes", aseguran fuentes próximas al proyecto de la capital.

Desobedecer el principio de no injerencia política en el deporte podría conllevar, según indica el artículo 31.9 párrafo segundo de la Carta Olímpica, la retirada de la potestad del Comité Olímpico Español para proponer una candidatura nacional. Incluso, suponiendo que el COI decidiera utilizar la manga ancha como mano izquierda, la imagen de Madrid 2016 se habría visto seriamente dañada por la "vergonzosa imagen internacional que estamos dando" según el responsable de deportes del Partido Popular en el Congreso, Paco Antonio González.

Motivos no faltan para mondarse las uñas en una candidatura que otorga el silencio por respuesta a cualquier amistosa llamada periodística. La pelea a muerte entre organismos que se desangran se puede llevar por delante el sueño de la capital, toda vez que, por encima de la ley, incluso, la norma ministerial del Gobierno socialista ataca al espíritu olímpico.

El deporte de competición mundial se asienta sobre el principio de independencia frente a los poderes públicos, una libertad que en este momento no se está produciendo en nuestro país. ¿Se imaginan al Alberto de Mónaco de turno cambiando, en el peor momento posible, su brillante pregunta sobre terrorismo por una de injerencias políticas en el deporte? Sin embargo, esta situación es posible, de acuerdo a la vulneración del artículo 5 de la Carta, que implicaría la suspensión del COE al completo por encubrimiento de una manipulación del Ejecutivo. Desde el Comité Olímpico Español se contempla esta posibilidad, "aunque no hemos recibido ninguna comunicación del COI al respecto. Pero es pronto aún y no sería prudente que nosotros habláramos de ello...".

Imprudente, tal vez, sería seguir adelante, porque una sola denuncia de la Fifa a España por vulneración del artículo 31.5, 9.1 o 9.2 dejaría a España sin fútbol ni Juegos. "La situación es preocupante", admite González, quien añade que "la política exterior de un Gobierno es casi tan importante como este tema a la hora de ganar la elección y qué le voy a contar de la nuestra...". Tal vez no cuente nada, pero la impresión que queda es que Maquiavelo sigue vivo. Y que no era malo, ni siquiera pragmático, sino irónico. A veces dan tantas ganas de reír...descargando el texto...

La carta olímpica

Artículo 5:"La organización y la gestión del deporte deben ser controladas por los organismos deportivos independientes reconocidos como tales".

Artículo 31.5:"Los CON (Comités Olímpicos Nacionales) deben mantener incólume su autonomía y resistir a todas las presiones, incluidas las de índole política, que puedan impedirles actuar de conformidad con la Carta".

Artículo 37.4:"No se confiará la organización de los Juegos a una ciudad si ésta no presenta ante el COI un documento expedido por el gobierno del país en cuestión, en el cual dicho gobierno garantice al COI que el país respetará la Carta Olímpica".


Y advierte sobre la suspensión del CON, retirada del equipo olímpico y anulación de candidatura olímpica si:

Artículo 9 (1 y 2):"Si la actividad del CON se viera obstaculizada por las disposiciones legales o reglamentarias vigentes en el país correspondiente"; o "Si la formación o la expresión de la voluntad de las federaciones nacionales (...) se viera obstaculizada por las disposiciones legales o reglamentarias vigentes en el país".

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