jueves, 6 de marzo de 2008

Hagamos del Fútbol un Deporte Justo

El gol en fuera de juego de ayer de Raúl contra la Roma en la Champions League 2007-2008 es un ejemplo más de un error clamoroso que no puede ocurrir en el fútbol profesional, por los intereses que están en juego.

Aunque tristemente no supuso ningún cambio en esta eliminatoria, ello no obsta a reconocer que éstas y otras muchas acciones no reglamentarias determinantes, que no se sancionan por parte de los árbitros, suponen un grave perjuicio para todo el entorno que depende de un espectáculo deportivo de cualquier deporte profesional en general.

La mano de Luis Fabiano, la de Agüero, marcando un gol en la Liga Española de Fútbol 2007-2008, etc..., son más ejemplos de las injusticias que se producen hoy en el mundo del fútbol profesional.

Recientemente, el club brasileño Botafogo reclamó una indemnización a los árbitros y a la Federación Brasileña por un perjuicio de un árbitro en un partido. Lo cierto es que este hecho de Brasil resultaría chocante en España o en otra parte de Europa.

Se ha de creer en la honestidad de los árbitros y de los jueces en general, a no ser que se demuestre lo contrario, como ocurrió el año pasado en Italia, o en Alemania con el tema de las apuestas.

Porque en el caso de que hubiera intención de perjudicar voluntariamente a algún equipo (dolo), o no se aplicara la diligencia debida de los responsables del arbitraje (árbitros, federaciones), cualquier persona física o jurídica con intereses en dicho partido podría pedir una indemnización por daños y perjuicios por responsabilidad civil a los responsables del arbitraje. El fin sería restaurar el daño causado, tanto por el daño sufrido (daño emergente), como por lo que se dejó de ganar (lucro cesante). La responsabilidad civil se entiende cuando hay dolo o negligencia en una acción que produce unos daños y perjuicios probados a través de una relación de causalidad entre causa y efecto.

Este hecho refleja que a nivel mundial se ha de proteger mucho más al arbitraje en el fútbol puesto que cada vez más hay más intereses y pasiones en juego, y cada vez más se exige más justicia deportiva. El motivo es que en cualquier deporte profesionalizado como el fútbol, donde se mezclan las pasiones, el espectáculo y el negocio, el arbitraje debe tener todos sus medios a su alcance para acercarse los más posible a las decisiones justas en el terreno deportivo. Ascensos y descensos de clubes y sociedades anónimas deportivas, quinielas, apuestas, etc..., dependen muchas veces de una tarjeta roja, de un penalti, de un gol "fantasma", etc...

Hay quien postula que en el fútbol, concretamente, se perdería su "salsa" si se detuvieran los partidos para verificar las jugadas y las decisiones. Pero entiendo que se debería estudiar la manera de hacerlo, mediante situaciones tasadas y concretas. Siempre se haría en beneficio de que fuese lo menos perjudicial para el espectáculo, pero haciendo de esta forma que todas las decisiones arbitrales fuesen lo más justas posibles, ayudando de esta forma a la persona humana que arbitra y para reducir sus lógicas dudas en situaciones concretas, las cuales resultan determinantes en un partido de fútbol profesional para los respectivos equipos en juego.

Si en otros deportes profesionales las rectificaciones son posibles, en mi opinión creo que en el fútbol también. Por ejemplo, en el tenis se utiliza "el ojo de halcón", que consiste en que cada jugador puede pedir al juez arbitral que revise sus decisiones. En la NFL americana (fútbol americano) también se revisan las jugadas mediante un televisor a pie de campo. Todo en pro de alcanzar la justicia deportiva, tanto para los directamente implicados en el terreno de juego como para los indirectamente implicados, es decir, los apostantes, otros equipos, etc...

Lo que no resulta lógico en el fútbol, a nivel mundial, es que el árbitro, junto a sus asistentes, sean los únicos de un evento que tomen una decisión totalmente opuesta a lo que está viendo el resto del público de ese partido, ya sea en el mismo recinto o a través del televisor.

El error humano existe por definición, pero la Revolución Industrial llegó hace siglos. Nos encontramos actualmente en el siglo XXI donde los derechos, la justicia y la democracia en general, deben predominar por encima de todo, en beneficio siempre de todos los ciudadanos.

Por lo tanto, creo que el arbitraje (en competiciones profesionales) debe componerse, primeramente, de árbitros profesionales, de medios técnicos a pie de campo y de todo aquello que facilite la máxima precisión en las decisiones arbitrales.

Es cierto, que hay situaciones en un terreno de juego que pueden ser difíciles de solucionar, y que en última instancia dependen de una valoración humana (vista en ocasiones de diferentes formas), pero ésta decisión final (sólo en situaciones restrictivas y tasadas) seguramente será más justa si los árbitros han podido consultar entre ellos, han podido visionar la jugada en un televisor (el cuarto árbitro), etc...

Yo, sinceramente, prefiero unos segundos de parada técnica donde se haga justicia en una jugada determinada y decisiva, que lamentarme posteriormente (como ocurre en la actualidad) de un resultado injusto, de un descenso, de un no ascenso, de no haber acertado quince resultados en una quiniela, o de no haber acertado una apuesta.

En definitiva, entiendo que hoy en día se producen muchas injusticias en el fútbol profesional y que, por tanto, cuanto más y mejor esté al alcance del arbitraje, más justo será este deporte profesional en la actualidad, ya que mueve muchos intereses y pasiones conjuntamente.

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