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La decisión de clausurar el Ruiz de Lopera por dos encuentros y dar por acabado el partido Betis-Athletic fue tachada de “cacicada” por el presidente bético, José León, en la comparecencia de prensa de anoche. Además, el responsable de los servicios jurídicos del club, Manuel Castaño, anunció que la entidad recurrirá a la justicia ordinaria la sanción.
“En toda la historia del Real Betis no se ha dado una persecución como la que practica Villar, desde que el señor Tebas, que lo tiene en los juzgados, representa al Betis en la Federación”, manifestó indignado León. El mandatario ahondó en el tema indicando sus sospechas por la situación clasificatoria de su equipo: “El año pasado me dijeron por tener a Tebas nos iban a mandar a Segunda pero no me lo quise creer a pesar de que sufrimos unos arbitrajes tremendos pero esto es demasiado”.
Esa “persecución” de la que hablaba José León tiene nombre y apellidos para el presidente verdiblanco; Angel María Villar. Y lo dejó muy claro ante los medios de comunicación. “Es la primera vez que no se acaba un partido por una cosa así, los comités no nos quitan ni una tarjeta y este señor –Villar– nos ha mandado unos árbitros que nunca nos han dado nada”, señaló.
REMINISCENCIA “MEDIEVAL”
En los servicios jurídicos del Betis ya se ha empezado a trabajar en recursos que llegarán hasta la justicia ordinaria si es menester. Para Manuel Castaño, la sanción impuesta por el Comité de Competición fue “una barbaridad basada en un principio de responsabilidad objetiva sacada del derecho medieval”.
El letrado hizo hincapié en que decisiones de este tipo “desaparecerán y entrará en vigor la responsabilidad individual, en este caso centrada en el sujeto que lanzó la botella, que es tan responsable que el juzgado de instrucción número 13 de Sevilla ha enviado a prisión”.
Pese a que el club heliopolitano está dispuesto a llegar hasta la justicia ordinaria para esclarecer el caso, el primer paso que dará será presentar el recurso correspondiente ante el Comité de Apelación, que fallará mañana jueves. En caso de que no prosperase, sería el Comité Español de Disciplina Deportiva quien recibiera las alegaciones béticas y si la situación continúa igual, serían los tribunales extradeportivos quienes se encargarían del caso.
“Se da la paradoja de que la justicia ordinaria nos permite personarnos como acusación particular en la querella contra quien tiró la botella porque entiende que somos víctimas pero los comités de la Federación Española nos sancionan por nuestra responsabilidad”, agregó el responsable de los servicios jurídicos.
En el seno del Betis se trabajó durante todo el día por mitigar el efecto de la sanción. Así, la plantilla en pleno compareció por la mañana ante los medios informativos para leer un comunicado en el que se lamenta la agresión sufrida por el portero del Athletic Armando Ribeiro, que motivó la suspensión del encuentro del pasado sábado, pero señala que “no es coherente castigar a un colectivo por la actuación de una persona”. El capitán verdiblanco Juanito fue el encargado de leer dicho escrito.
La decisión de clausurar el Ruiz de Lopera por dos encuentros y dar por acabado el partido Betis-Athletic fue tachada de “cacicada” por el presidente bético, José León, en la comparecencia de prensa de anoche. Además, el responsable de los servicios jurídicos del club, Manuel Castaño, anunció que la entidad recurrirá a la justicia ordinaria la sanción.
“En toda la historia del Real Betis no se ha dado una persecución como la que practica Villar, desde que el señor Tebas, que lo tiene en los juzgados, representa al Betis en la Federación”, manifestó indignado León. El mandatario ahondó en el tema indicando sus sospechas por la situación clasificatoria de su equipo: “El año pasado me dijeron por tener a Tebas nos iban a mandar a Segunda pero no me lo quise creer a pesar de que sufrimos unos arbitrajes tremendos pero esto es demasiado”.
Esa “persecución” de la que hablaba José León tiene nombre y apellidos para el presidente verdiblanco; Angel María Villar. Y lo dejó muy claro ante los medios de comunicación. “Es la primera vez que no se acaba un partido por una cosa así, los comités no nos quitan ni una tarjeta y este señor –Villar– nos ha mandado unos árbitros que nunca nos han dado nada”, señaló.
REMINISCENCIA “MEDIEVAL”
En los servicios jurídicos del Betis ya se ha empezado a trabajar en recursos que llegarán hasta la justicia ordinaria si es menester. Para Manuel Castaño, la sanción impuesta por el Comité de Competición fue “una barbaridad basada en un principio de responsabilidad objetiva sacada del derecho medieval”.
El letrado hizo hincapié en que decisiones de este tipo “desaparecerán y entrará en vigor la responsabilidad individual, en este caso centrada en el sujeto que lanzó la botella, que es tan responsable que el juzgado de instrucción número 13 de Sevilla ha enviado a prisión”.
Pese a que el club heliopolitano está dispuesto a llegar hasta la justicia ordinaria para esclarecer el caso, el primer paso que dará será presentar el recurso correspondiente ante el Comité de Apelación, que fallará mañana jueves. En caso de que no prosperase, sería el Comité Español de Disciplina Deportiva quien recibiera las alegaciones béticas y si la situación continúa igual, serían los tribunales extradeportivos quienes se encargarían del caso.
“Se da la paradoja de que la justicia ordinaria nos permite personarnos como acusación particular en la querella contra quien tiró la botella porque entiende que somos víctimas pero los comités de la Federación Española nos sancionan por nuestra responsabilidad”, agregó el responsable de los servicios jurídicos.
En el seno del Betis se trabajó durante todo el día por mitigar el efecto de la sanción. Así, la plantilla en pleno compareció por la mañana ante los medios informativos para leer un comunicado en el que se lamenta la agresión sufrida por el portero del Athletic Armando Ribeiro, que motivó la suspensión del encuentro del pasado sábado, pero señala que “no es coherente castigar a un colectivo por la actuación de una persona”. El capitán verdiblanco Juanito fue el encargado de leer dicho escrito.
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