El conflicto entre UCI y ASO pone en peligro la París-Niza, ya que los participantes pueden ser sancionados.
A tan sólo cuatro días de la París-Niza, primera gran prueba del calendario internacional, el conflicto entre la Federación Internacional (UCI) y la ASO sigue vivo. Aunque la UCI dio un pequeño paso hacia el entendimiento, queda un gran camino hacia el acuerdo total.
La principal demanda de la ASO, organizadora de la París-Niza y del Tour de Francia, es el poder decidir la admisión de los participantes de sus pruebas (recientemente vetó al Astana) junto con el reconocimiento de la París-Niza como prueba de la máxima categoría.
La UCI mostró su disposición a revisar la norma de participación automática de los equipos Pro Tour en el Tour de Francia, pero aún no se ha solucionado el conflicto que opone a la UCI y la ASO en la París-Niza, prueba que comenzará el domingo bajo la tutela de la Federación francesa.
Sobre la norma de admisión de equipos, Pat McQuaid, presidente de la UCI, recordó que se creó a partir de una demanda de la propia Asociación de equipos (AIGCP) y que la organización adoptó esta regla para poder proteger los intereses de los equipos y de sus patrocinadores.
Pero ante el panorama de desacuerdo sobre la París-Niza, los corredores pidieron garantías por escrito a sus equipos ante cualquier posible reacción del ente internacional si participan, ya que éste amenazó con 6.000 euros de multa y hasta seis meses de suspensión si toman la salida de la carrera gala, lo que les obligaría a quedarse sin Mundial y sin Juegos. Los cilcistas se encuentran en medio de un conflicto que ha desprestigiado el deporte, junto con las revelaciones de dopaje de la Operación Puerto.
El futuro del ciclismo es incierto, pero debería dejar de lado los conflictos para salir de la crisis deportiva en la que se encuentra.
A tan sólo cuatro días de la París-Niza, primera gran prueba del calendario internacional, el conflicto entre la Federación Internacional (UCI) y la ASO sigue vivo. Aunque la UCI dio un pequeño paso hacia el entendimiento, queda un gran camino hacia el acuerdo total.
La principal demanda de la ASO, organizadora de la París-Niza y del Tour de Francia, es el poder decidir la admisión de los participantes de sus pruebas (recientemente vetó al Astana) junto con el reconocimiento de la París-Niza como prueba de la máxima categoría.
La UCI mostró su disposición a revisar la norma de participación automática de los equipos Pro Tour en el Tour de Francia, pero aún no se ha solucionado el conflicto que opone a la UCI y la ASO en la París-Niza, prueba que comenzará el domingo bajo la tutela de la Federación francesa.
Sobre la norma de admisión de equipos, Pat McQuaid, presidente de la UCI, recordó que se creó a partir de una demanda de la propia Asociación de equipos (AIGCP) y que la organización adoptó esta regla para poder proteger los intereses de los equipos y de sus patrocinadores.
Pero ante el panorama de desacuerdo sobre la París-Niza, los corredores pidieron garantías por escrito a sus equipos ante cualquier posible reacción del ente internacional si participan, ya que éste amenazó con 6.000 euros de multa y hasta seis meses de suspensión si toman la salida de la carrera gala, lo que les obligaría a quedarse sin Mundial y sin Juegos. Los cilcistas se encuentran en medio de un conflicto que ha desprestigiado el deporte, junto con las revelaciones de dopaje de la Operación Puerto.
El futuro del ciclismo es incierto, pero debería dejar de lado los conflictos para salir de la crisis deportiva en la que se encuentra.
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